CNN conversó con varios expertos para desacreditar alguno de los mitos más prevalentes y perjudiciales sobre el VIH.
El VIH/sida es una de las enfermedades de más alto perfil de nuestra época, pero muchos de nosotros aún ignoramos aspectos clave de la enfermedad, la forma en la que funciona y cómo vivir con ella.
El VIH ha ocasionado la muerte de 39 millones de personas hasta la fecha, pero lo que la vuelve más peligrosa son los malentendidos y estigmas que la rodean. Le pedimos a expertos que desacreditaran algunos de los mitos más prevalentes y perjudiciales sobre el VIH. Esto es lo que dijeron:
Mito: si estás infectado con VIH te darás cuenta de ello
Pueden pasar años antes de que aparezcan los síntomas del VIH, lo que significa que podrías ser portador de la enfermedad durante mucho tiempo sin experimentar señales de alerta.
“En un adulto promedio, pasan entre 8 y 10 años para que un individuo VIH positivo muestre señales de que está infectado y enfermo, por lo que es casi imposible que la gente sepa si tiene VIH al inicio”, dice Owen Ryan, director ejecutivo de International AIDS Society.
Esto significa que es sumamente importante que te sometas a pruebas para ver si tienes el virus si eres una persona sexualmente activa. Y por supuesto, el uso correcto del condón cada vez que se tiene una relación sexual reduce enormemente la posibilidad de ser infectado.
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Mito: si tienes VIH no es necesario comenzar una terapia con medicamentos hasta que estés muy enfermo
La OMS recomienda que las personas recién infectadas comiencen un tratamiento desde el principio para proteger su sistema inmunológico. El tratamiento involucra la terapia antiretroviral (ART por sus siglas en inglés), lo que implica tomar medicamentos todos los días para suprimir el virus en el cuerpo.
“Existe un impacto dramático en la salud y el bienestar de las personas a lo largo de su vida, si comienzan el tratamiento contra el VIH de inmediato”, explica Ryan.
“Y no es solo para ellos, sino para sus familias y parejas también. Las personas que reciben un tratamiento contra el VIH, y que responden bien al mismo, tienen un 95% menos probabilidades de transmitirle el virus a sus parejas”.
Mito: ya no tenemos que preocuparnos por el VIH
Solo porque hemos hecho avances enormes en la lucha contra el VIH en las últimas décadas, eso no significa que deberíamos estar satisfechos, argumenta Ryan.
“Creo que el mayor mito es que el VIH ya no es un problema”, dice. “Lo que encuentro mucho en mi trabajo es que muchas personas piensan que el VIH es un problema de 10 años atrás”.
“No creo que la gente sepa que hubo 1,2 millones de muertes a causa del SIDA en el 2014. Si más personas lo supieran, estarían impresionadas. Seiscientos niños al día resultan infectados con VIH; esa es una estadística escandalosa”.
“Creo que hemos entrado a un período de apatía contra el que realmente tenemos que luchar. Así que el mito de que el VIH es cosa del pasado no es cierto en absoluto”.
Mito: si estás embarazada y eres VIH positiva, tu bebé siempre estará infectado
Si una mujer embarazada es VIH positiva, el bebé no necesariamente resultará infectado. Incluso sin recibir tratamiento, la posibilidad de que el bebé adquiera la enfermedad es de más o menos 25-33%, según el profesor Salim Abdool Karim, director del Center for the AIDS Program of Research in South Africa (CAPRISA).
Sin embargo, este riesgo puede ser reducido de manera significativa con PrEP (Profilaxis previa a la exposición), lo cual involucra administrar medicamentos antiretrovirales a los pacientes VIH negativos que estén en riesgo de resultar infectados.
“Podemos administrar medicamentos antiretrovirales a fin de prevenir la transmisión de madre a hijo, de tal forma que el índice de transmisión ahora está por debajo del 1%”, explica Karim.
Aparte de PrEP, también es posible lavar el esperma que será usado en una inseminación artificial. El HIV es transportado en el fluido que se encuentra alrededor del esperma (y no por el esperma en sí), lo que significa que este puede ser eliminado antes de que la mujer sea inseminada. Pero aunque este pueda ser un método altamente seguro, no está libre de costos.
“No se realiza muy a menudo hoy en día”, dice Karim. “No es un proceso económico porque involucra muchos pasos y también involucra la inseminación artificial, algo que es bastante costoso”.
Lavar el esperma puede reducir en gran medida el riesgo de contraer la infección, pero no lo garantiza totalmente.
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Mito: no puedes contraer el VIH si te pones tatuajes o te haces ‘piercing’ en una parte del cuerpo
El VIH puede ser transmitido a través de la sangre, lo que significa que podrías resultar infectado al compartir agujas o por medio de herramientas para hacer tatuajes o ‘piercing’ que no han sido esterilizadas adecuadamente entre cada uso. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dicen que las herramientas que cortan la piel deberían ser utilizadas una vez, y luego deberían ser desechadas o esterilizadas.
“Para los lugares donde los tatuajes o los ‘piercings’ no son regulados, o donde se realizan en entornos que son abiertos a infecciones, entonces por supuesto no va a haber un riesgo ahí”, dice Ryan.
“Todo se reduce a una regla básica. En cualquier lugar donde compartas algo que ha estado en contacto con sangre y que no lo hayan limpiado, te encuentras en riesgo de infectarte por el VIH”.
Mito: el VIH es una sentencia de muerte
No hay cura para el VIH. Tampoco hay vacuna para la enfermedad. Sin embargo, la calidad de los medicamentos se ha desarrollado de manera significativa en el transcurso del tiempo.
Ahora, las personas pueden reducir su carga viral (la cantidad de VIH en su sangre) a niveles indetectables por medio de la ART. Esto significa que la infección deja de avanzar rápidamente, lo que protege al sistema inmunológico de la enfermedad.
“La mayoría de pacientes, muy por encima del 95%, incluso hasta el 99% de los pacientes que están recibiendo terapia deberían poder llevar una vida normal sin dificultades, y no deberían preocuparse por la mortalidad, siempre y cuando sigan su tratamiento adecuadamente”, dice Karim.
Mito: el VIH es lo mismo que el sida
El VIH es el virus que conduce al sida. Pero, con el tratamiento adecuado, las personas que sean VIH positivas pueden vivir toda su vida sin contraer sida, que es la última fase de la enfermedad cuando el sistema inmunológico del cuerpo resulta gravemente dañado. Como lo explica Myron Cohen, el director del Instituto para la Salud Global y Enfermedades Infecciosas en la Universidad de Carolina del Norte, tener VIH es muy distinto a tener sida.
“La detección del virus tiene casi muy poco que ver con el sida, siempre que se detenga la réplica del VIH. Así que el VIH no siempre se convierte, y no debería hacerlo, en sida”.
“En los primeros días antes de que supiéramos que el VIH era la causa de esta infección, y antes de que tuviéramos tratamientos, el hospital estaba lleno de personas con sida. Ahora, en nuestro hospital de más de mil camas es extraño si ingresa una persona con sida; es algo poco común”.
“Preferiríamos nunca ver el SIDA de nuevo. El VIH es la causa del sida, pero no siempre tiene que convertirse en sida”.
Mito: si te diagnostican con VIH, vivirás menos que los demás
Este mito proviene de la idea de que ser diagnosticado con VIH es una sentencia de muerte. Sin embargo, con los nuevos desarrollos en la tecnología de los tratamientos, eso no tiene que ser el caso.
Como lo explica Cohen, recibir el tratamiento al principio, y seguirlo adecuadamente, “conduce a una mejor salud, a una ausencia de señales o síntomas en su mayoría, y a una esperanza de vida totalmente normal”.
El tratamiento contra el VIH ha mejorado de forma radical en el transcurso de los años, y según Cohen, una variedad de nuevos tratamientos están siendo probados y podrían ser utilizados en un futuro cercano.
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“En 1985 no había nada. En 1995 había una pastilla. En 2005 habíamos pasado de una pastilla a tres pastillas que ahora combinamos en una sola pastilla al día”.
“En 2015, vemos dos agentes inyectables combinados que duran quizá hasta de 8 a 12 semanas. Así que solo necesitas cuatro inyecciones al año bajo algunas circunstancias… pero estos son experimentos. Es una buena noticia que estemos tratando, pero todo es un experimento.
Cohen añade lo siguiente: “El objetivo es el final del sida. He estado haciendo esto durante más o menos 35 años; empecé mi propia carrera personal cuando adquiramos consciencia del VIH, yo sigo trabajando y puedo ver el juego final. Eso es lo mismo para muchos otros investigadores, no solo para mí. Estamos viendo el principio del fin”.