Aunque ambas condiciones tienen síntomas en común, especialistas explican el origen de cada una éstas y qué las distingue.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la alergia es una de las enfermedades más comunes en el mundo. Cerca del 40% de la población padece esta patología, la cual, no se diagnostica con facilidad debido a que se suele confundir con un resfrío común.
Las personas alérgicas desarrollan una respuesta inmunológica exagerada a ciertas sustancia. Es decir, la respuesta inmune normal nos defiende de agresores externos, pero cuando esto se produce por cosas inofensivas pasa a ser una enfermedad como es la alergia.
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Algunos ejemplos son el polen, el polvo, la caspa de animales, pelo de animales y otras sustancias que tienen la capacidad de gatillar en algunas personas una respuesta de alergia cuando se contacta con la mucosa nasal (rinitis), los bronquios (asma), conjuntiva de los ojos (conjuntivitis), parpados (blefaritis), piel (dermatitis), etc.
Los síntomas son variados, dependiendo del tipo de alergia. Según indica el Dr. Emilio Álvarez-Cuesta, alergólogo de Clínica Dávila., “en el caso de la rinoconjuntivitis alérgica, habrá mucosidad y prurito nasal, estornudos y congestión nasal. Si además existe una conjuntivitis, esta se caracteriza por lagrimeo, enrojecimiento y prurito oculares“.
Las alergias son estacionales cuando el agente alérgeno se presenta siempre en una época del año, como es el caso de la polinización de árboles, gramíneas (pastos) y malezas. Hay casos de personas que presentan síntomas alérgicos durante todo el año, ya que existen alérgenos relacionados a los ácaros, polvo, entre otros.
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El Dr. Álvaro Melys, inmunólogo de Vidaintegra, indica que “el resfrío tiene una duración limitada y, generalmente, dura alrededor de 7 días. A diferencia de la alergia respiratoria que puede durar toda una estación o dar síntomas permanentes”.
Por esta razón, al momento de diferenciar entre ambas patologías, se debe toma en cuenta si los síntomas se repiten de la misma manera, año a año, durante épocas como la primavera.
Durante las últimas décadas, el cambio climático ha ocasionado cambios de temperatura en las distintas estaciones, algo que ha hecho aumentar la incidencia de esta patología, según plantean los expertos.
“Actualmente, existen más personas con alergia y, se cree que es por la exposición a más sustancias contaminantes y el calentamiento global, lo cual hace que aumente el polen”, sostiene la dermatóloga de la Clínica Ciudad del Mar, la Dra. Carmen Gloria Fuentes.
No obstante, la Doctora María Angélica Marinovic, inmunóloga de Clínica Santa María, agrega que existen otros factores que influyen en el aumento de este padecimiento: “Hay distintas hipótesis de este aumento, una es la teoría de la higiene. Los países desarrollados son más higiénicos y por lo tanto hay menor exposición a microorganismos. El sistema inmune en vez de reconocer a estos reacciona en forma exagerada a sustancias inocuas, como, por ejemplo, los pólenes”.
A pesar de tener síntomas similares, las alergias no pueden convertirse en un resfrío, sin embargo, si no está bien tratada puede desarrollar otro tipo de infecciones tanto virales como bacterianas.
Para el Dr. Emilio Álvarez-Cuesta, alergólogo de Clínica Dávila, “las condiciones de inflamación nasal y acumulación de secreciones, en pacientes que no reciben un adecuado tratamiento, pueden generar cuadros de sinusitis agudas o crónicas, más que de resfríos propiamente tal”.
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Se recomienda acudir a un especialista si los síntomas en ambas enfermedades aumentan o se prolongan por mucho tiempo. De esta forma, según los especialistas, se indicará el tratamiento farmacológico más adecuado, para ver sus posibilidades de Inmunoterapia alergénica, y así en el futuro pueda disminuir sus síntomas y el consumo de medicamentos, mejorar su calidad de vida, y disminuir las posibilidades de desarrollar asma.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
