Una investigación realizada por la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Católica y Microsoft asegura que el 76,1% utiliza estas plataformas más de una vez al día. La psicológica María José Cohen explicó el arma de doble filo que puede provocar esta tendencia.
Hoy en día las personas usan internet para todo. Desde compras cotidianas, pago de cuentas, tareas o incluso, en el caso de los jóvenes, para interactuar socialmente con otras personas.
Es así como un estudio realizado por TrenDigital de la Facultad de Comunicaciones de la UC y Microsoft, señala que el 76,1% de los jóvenes utiliza redes sociales más de una vez al día.
A su vez, el 82,6% aseguró que siguió usando redes sociales pese a que tenía intenciones de parar. En este sentido, para María José Cohen, psicóloga clínica de Nueva Clínica Cordillera y especialista en manejo de conflictos en adolescentes, señala que estas cifras no son de extrañar, y que podría ser beneficioso si fuese usado de forma adecuada.
“Para que se estimule el buen uso y correcto desarrollo de los jóvenes es necesario un acompañamiento, guía y control en su tiempo de uso. Si esto fuese así, sin duda sería positivo. No obstante, en nuestro país es todo lo contrario, lo que podría ser peligroso, sobre todo si consideramos que el fácil acceso a la información abre puertas que los niños no necesitan ni deben ver aún”, señaló.
En este sentido, la profesional destaca el rol de los padres en esta materia. “Por obvio que parezca decirlo, es necesario recordar que, si un menor sabe usar aparatos tecnológicos o plataformas sociales, es porque los padres se lo facilitan. Hoy en día, un niño promedio ocupa horas al día una tablet, celular, consola o computador, lo cual tiene diversas consecuencias”.
Lee también: Facebook busca integrar Instagram, WhatsApp y Messenger: ¿Cómo afectaría esto a sus usuarios?
Arma de doble filo
Para la especialista de Nueva Clínica Cordillera, el empleo de tecnología digital a temprana edad desencadena una serie de problemas, por ejemplo, la escasa comunicación entre los miembros del sistema familiar.
“Disminuyen las instancias de resolución de conflictos, hay una baja en las habilidades comunicativas del menor, empeoramiento de notas en el colegio y agresividad a la hora de pedirles que dejen de jugar con los aparatos electrónicos”, indicó.
Lee también: WhatsApp: Estos son los cambios de la primera actualización del 2019
Cohen agregó que “no se trata de satanizar los aparatos electrónicos en los niños. Las nuevas tecnologías aportan mucho y nuestro contexto actual nos obliga a tener un correcto manejo de ellas. Pero también es importante que los padres no confundan que lo relacionado con la crianza les corresponde a ellos entregarlos, no a los aparatos tecnológicos”.
Por lo mismo, para Cohen la tecnología puede ser un plus o ayuda si es que los papás los manejan y están pendientes de lo que quieren que vean y aprendan sus hijos. “De lo contrario, exponemos a las familias a la dificultad en la comunicación cara a cara: las relaciones interpersonales, que no son detrás de una pantalla”, cerró.