La joven, que compartió su experiencia a través de su cuenta de X se convirtió en la heroína de un sorprendente episodio, en el que al final triunfó y logró recuperar las cuentas de su amiga.
Una sorprendente conversación tuvo lugar recientemente a través de WhatsApp entre una joven y un delincuente que había robado las cuentas de redes sociales de otra persona. El estafador intentó solicitar dinero a los contactos de la víctima después de hacerse con el control de sus cuentas de Instagram y el sitio de mensajería.
Sin embargo, lo inesperado ocurrió cuando, al ver las fotografías de la mujer, el delincuente cambió de táctica: en lugar de continuar con su intento de estafa, comenzó a coquetear.
La joven, cuya identidad se mantiene en reserva, relató a Las Últimas Noticias cómo vivió esta experiencia y lo sorprendente que fue el hecho.
Ella recibió un mensaje a través de Instagram de su amiga, que no concordaba con la conversación que habían tenido segundos antes. La incoherencia en el diálogo y el uso de expresiones poco habituales para su amiga la alertaron. Ante esta situación, decidió contactar a su amiga vía WhatsApp para verificar lo que estaba sucediendo.
Al verse descubierto, el delincuente admitió que también había tomado el control de la cuenta de mensajería de la amiga y comenzó a enviar piropos por ambas plataformas.
“¿Para qué robarte si puedo conquistarte?”, le escribió, lo que generó una inesperada respuesta de la joven.
De la rabia a la risa
Según lo expuesto por el mismo medio antes mencionado, la joven relató su experiencia. “Me descolocó la respuesta y el ladrón comenzó a coquetearme. Al principio, esto me generó rabia, pero luego pasé a la risa, porque era demasiado inverosímil lo que me estaba pasando”.
Este giro inesperado llevó a la mujer a ver la oportunidad de ayudar a su amiga, decidiendo seguirle el juego al estafador con el objetivo de recuperar las cuentas robadas.
“Él me decía que todo el mundo la trataba de ‘garabatos’, y yo le respondía que era obvio, porque daba rabia que intentaran engañar y que él estaba robando a la gente. Entonces, él me contestó que yo no lo había hecho, que yo era distinta”, relató.
El punto de inflexión en la conversación ocurrió cuando la joven le sugirió al delincuente que coquetear mientras intentaba robarle a su amiga era un mal comienzo. Tras este comentario, el estafador accedió a devolver las cuentas de su amiga.
Consejos de prevención
Aprovechando lo absurdo de la situación, la joven le pidió al delincuente recomendaciones para no caer en hackeos similares en el futuro.
La curiosidad la llevó a preguntar cómo, siendo capaz de robar identidades, podría ofrecerle consejos de prevención.
El delincuente le aconsejó que nunca diera datos personales si alguien “supuestamente” la contactaba desde un banco, que se presentara en una sucursal y que no accediera a enlaces ni códigos desconocidos.
“Siempre es raro ver el lado humano de los delincuentes. Sé que genera rabia y frustración que quieran robar, pero que me sacara enojo con sus piropos me permitió ver todo este lado de la operación”, reflexionó la joven.