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Impactante estudio: Los pesticidas habituales en los alimentos reducen el recuento de espermatozoides en todo el mundo

Por CNN Chile

15.11.2023 / 08:47

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Los científicos encontraron que los hombres más expuestos a los pesticidas, como los que trabajan en la agricultura, tenían una concentración de esperma significativamente menor que los menos expuestos.


(CNN) — Los plaguicidas utilizados en nuestros hogares, jardines y céspedes y rociados en los alimentos que comemos están contribuyendo a una drástica disminución del recuento de espermatozoides entre los hombres de todo el mundo, según un nuevo análisis de estudios realizados en los últimos 50 años.

“En el transcurso de 50 años, la concentración de espermatozoides ha descendido aproximadamente un 50% en todo el mundo“, afirma la autora principal del estudio, Melissa Perry, decana de la Facultad de Salud Pública de la Universidad George Mason de Fairfax (Virginia).

“Lo que no se sabe es quién es el culpable”, afirma Perry. “Aunque es probable que haya muchas más causas que contribuyan, nuestro estudio demuestra una fuerte asociación entre dos insecticidas comunes —los organofosforados y los N-metilcarbamatos— y la disminución de la concentración de espermatozoides“.

Plaguicidas muy utilizados

Los organofosforados, uno de los compuestos más utilizados en el mundo, son los principales componentes de herbicidas, pesticidas e insecticidas, y también se emplean para crear plásticos y disolventes.

Se utilizan mucho en agricultura, en los cultivos que comemos“, explica Perry. “Los utilizamos en aplicaciones estructurales dentro de casas y edificios, edificios de apartamentos, así como para el mantenimiento ornamental del césped. Están disponibles para su compra por los consumidores, por lo que se ha demostrado que la exposición a los organofosforados está relativamente extendida“.

Los N-metilcarbamatos son estructural y operativamente similares a los organofosforados, y matan a los insectos dañando su cerebro y sistema nervioso. Se utilizan para fabricar insecticidas que se aplican a una “variedad de cultivos de campo, frutales y hortícolas para el control de escarabajos, barrenadores, nematodos, gorgojos y plagas similares”, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).

“A medida que empezamos a cerrar la red en torno a los factores que podrían afectar negativamente a la fertilidad, estos pesticidas empiezan a subir a lo más alto”, afirma el Dr. Alexander Pastuszak, profesor adjunto de cirugía y urología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Utah, en Salt Lake City. No participó en el nuevo estudio.

“Hay pruebas suficientes para empezar a decir que sí, que este tipo de compuestos pueden afectar negativamente a la fertilidad en los hombres“, sostuvo. “En última instancia, no se conoce el impacto en la fertilidad real hasta y a menos que se empiece a intentar quedarse embarazada”.

Un impacto significativo

El estudio, publicado este miércoles en la revista Environmental Health Perspectives, examinó estudios de todo el mundo sobre las dos sustancias químicas y encontró 20 que cumplían las normas de inclusión del estudio. Esos estudios analizaron 42 niveles distintos de impacto entre 1.774 hombres de 21 poblaciones de estudio diferentes.

Según el estudio, los hombres más expuestos a los pesticidas, como los que trabajan en la agricultura, tenían una concentración de esperma significativamente menor que los menos expuestos a los organofosforados y los N-metilcarbamatos.

La concentración de espermatozoides es una medida de los espermatozoides por mililitro de semen, mientras que el recuento de espermatozoides son los millones de espermatozoides en toda la eyaculación. El recuento de espermatozoides, junto con el número total de espermatozoides que nadan progresivamente en el semen, son las medidas más importantes de la fertilidad futura, según los expertos.

Sin embargo, la concentración de espermatozoides “es una medida importante de la calidad del esperma para comparar hombres en distintos estudios, porque ajusta la variabilidad del volumen del semen”, afirma Perry.

Según el estudio, los estudios con animales han arrojado luz sobre el modo en que estos pesticidas pueden afectar al esperma. Al parecer, interfieren directamente con las hormonas sexuales, dañan las células de los testículos y alteran los neurotransmisores cerebrales que influyen en la producción de esperma.

“El esperma es un parámetro increíblemente sensible en lo que respecta a la salud general de los hombres”, afirma Perry. “Mi mejor consejo es ser consciente de los insecticidas en el entorno de cada uno y reconocer que evitar la exposición innecesaria a insecticidas es algo bueno, especialmente si estás planeando una familia y quieres concebir hijos”.

Un “problema de salud pública

No se trata solo de pesticidas. Los investigadores están estudiando el papel de la obesidad, la mala alimentación, las enfermedades crónicas y la exposición a toxinas ambientales como la polución, los PFAS y otros posibles tóxicos. Algunos incluso apuntan a las radiaciones de los teléfonos móviles como posible causa del drástico descenso del número de espermatozoides.

Según un estudio reciente, los hombres de entre 18 y 22 años que afirmaban utilizar el teléfono más de 20 veces al día tenían un riesgo un 21% mayor de sufrir un recuento espermático bajo. Los hombres también tenían un 30% más de riesgo de tener una baja concentración de espermatozoides. El estudio no especificaba si los hombres llamaban o enviaban mensajes de texto, o si utilizaban el teléfono para ambas cosas.

La exposición a pesticidas en los alimentos sigue siendo un problema importante: recientemente, un grupo de defensa de los consumidores puso un suspenso colectivo a los principales fabricantes de alimentos por no reducir los niveles de pesticidas en los alimentos que venden como habían prometido.

Se trata realmente de un problema de salud pública“, afirma Perry. Podemos adoptar un enfoque individual, pero la exposición de las personas a los pesticidas y a otros factores afecta a toda la población”.

“Es necesario tomar medidas para reducir la exposición a los insecticidas, de modo que si los hombres quieren tener hijos, puedan hacerlo sin preocuparse por la reducción general de la concentración de esperma”, añadió.

Qué hacer con el recuento de espermatozoides

Sin embargo, en lo que respecta a la exposición a pesticidas en los alimentos, los consumidores pueden tomar medidas. Según los expertos, elegir alimentos ecológicos es una forma segura de reducir la exposición a los pesticidas. Aunque los alimentos ecológicos no son más nutritivos, la mayoría apenas contienen residuos de pesticidas, según Alexis Temkin, toxicóloga del Grupo de Trabajo Medioambiental, una organización sin ánimo de lucro dedicada a la investigación y la defensa de la salud de los consumidores, los productos químicos tóxicos y los contaminantes.

“Si una persona cambia a una dieta orgánica, los niveles de pesticidas en su orina disminuyen rápidamente“, señaló a la CNN en una entrevista anterior. “Lo vemos una y otra vez”.

Si lo orgánico no está disponible o es demasiado caro, “definitivamente recomendaría pelar y lavar a fondo con agua“, dijo Temkin. “Evita los detergentes u otros productos publicitados. Enjuagar con agua reducirá los niveles de pesticidas”.

El Grupo de Trabajo Ambiental crea una lista anual de los productos no orgánicos con más y menos pesticidas que los consumidores pueden utilizar para comprar. En su Guía del comprador 2023 sobre pesticidas en los productos, los investigadores encontraron 210 pesticidas diferentes en los 12 alimentos.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) ofrece consejos adicionales sobre el lavado de los productos:

  • -Lavarse las manos con agua caliente y jabón durante 20 segundos antes y después de preparar productos frescos.
  • Enjuagar los productos antes de pelarlos, para evitar que la suciedad y las bacterias pasen del cuchillo a la fruta o verdura.
  • Utilizar un cepillo limpio para fregar productos firmes como manzanas y melones.
  • Secar los productos con un paño limpio o una toalla de papel para reducir aún más las bacterias que puedan estar presentes.