Configura como privada tu cuenta de Instagram y no publiques fotos de tus hijos en Twitter. Nunca.
[CNN Español] Cuando Allison le dijo a su familia que estaba embarazada, envió una foto de la ecografía acompañada de una advertencia muy fuerte.
“Le dije a mi familia que si llegaba a ver esa imagen en Internet, nunca verían a mi hijo en la vida real”.
Tenía sus razones para ser tan estricta. Allison (es un seudónimo) fue fiscal penal y tuvo que lidiar con varios agresores sexuales. Dice que vio cómo se utilizaron muchas fotos de niños aparentemente inofensivas con “fines perversos”.
Una simple foto de un niño puede utilizarla cualquiera con una computadora. Recuerda el caso del periodista David French, a quien unos trolls atacaron retocando en Photoshop una foto de su hija de 7 años para hacerla aparecer dentro de una cámara de gas.
Por eso, te damos algunos consejos para compartir fotos con tu familia sin que caigan en las manos equivocadas, tanto si eres un padre muy paranoico o no tanto:
La manera más segura de compartir fotos es imprimirlas (en tu propia impresora, con una red segura) y luego entregarlas en mano a los abuelos y al resto de la familia.
La otra opción segura es usar una aplicación de mensajería que permita encriptar los envíos, como Signal, WhatsApp, iMessage de Apple o Telegram. Si quieres añadirle un nivel adicional de seguridad, puedes usar la función de mensajes que desaparecen una vez que el receptor los ha visto o después de un periodo de tiempo.
Aunque estos métodos son muy seguros, también tiene sus desventajas. Necesitas que todos los receptores tengan instalada la aplicación en cuestión, lo cual puede ser difícil si hay miembros de la familia poco duchos con la tecnología. Tampoco es buena opción si después de cierto tiempo quieres compartir el álbum de fotos o hacer una copia de respaldo de tus imágenes.
Si eres cauteloso
Si no eres tan paranoico, pero quieres ser cuidadoso con las fotos de tus hijos, hay aplicaciones de fotografía que permiten compartirlas de manera segura y además te dan una copia de respaldo por si algo le sucede a tu teléfono.
Prueba con las de grandes de compañías como Apple o Google, que no las escanean con fines publicitarios. Aunque tienen reconocimiento facial, solo se usa en tu biblioteca de imágenes, no en bases de datos.
Redes sociales como Facebook son el mejor camino para compartir fotos masivamente. Pero su alcance, la forma de recopilar datos y sus confusas configuraciones de privacidad pueden ser un problema para los padres.
Facebook también tiene una enorme base de datos de reconocimiento facial, aunque asegura que no vende esa información a anunciantes externos.
El problema es que aunque las imágenes sean privadas, están asociadas a un perfil conectado contigo. Y ese puede ser un punto de partida para los trolls, que pueden hackear tu cuenta o acceder a tu información creando un perfil falso al que aceptes como amigo.
Y aunque no te preocupe demasiado este tema, puedes tomar algunas precauciones básicas. Por ejemplo, crear grupos privados para compartir las fotos de tus hijos, bloquear el acceso a aquellas personas que no quieras que vean esas imágenes y revisar las preferencias de las fotos ya publicadas (si son públicas o restringidas a grupos de amigos específicas). Esto último es especialmente importante con las fotos del perfil, que son públicas por defecto.
Configura como privada tu cuenta de Instagram y no publiques fotos de tus hijos en Twitter. Nunca.
Además, activa la opción de doble autenticación siempre que sea posible en cualquier red social y aplicación de fotos.
Y asegúrate de que tu familia sepa qué pueden compartir y qué no. Allison ha tenido suerte y hasta ahora ningún familiar ha infringido las reglas que ella puso para las imágenes en línea de su hijo.