Un estudio determinó que alrededor de un 2% a un 8% de los adultos no pueden conseguir un sueño reparador. Hay varios factores que influyen, entre ellos enfermedades, alimentación, medicamentos y estrés.
¿Cuál es tu pesadilla más frecuente? ¿Sueñas que te estás muriendo o que uno de tus seres queridos está sufriendo pero no puedes hacer nada al respecto? O tal vez te despiertas confundido y con el corazón acelerado, feliz de que el sueño haya terminado.
Las pesadillas se clasifican como secuencias de sueños que parecen reales y, a menudo, despiertan a la persona. Son una experiencia compleja. Aunque el miedo es la emoción dominante durante las pesadillas, un estudio de 2014 reportó que la tristeza, la ira, la confusión, el disgusto, la frustración o la culpa también eran frecuentes.
El estudio, publicado en la revista Sleep, analizó el contenido de 351 pesadillas de adultos y descubrió que el tema reportado con más frecuencia era la agresión física, seguido de una persecución y la presencia de una fuerza maligna.
Pero si las pesadillas empiezan a ser frecuentes durante tus noches, podría ser un signo de problemas de salud. Se estima que del 2% al 8% de los adultos no pueden descansar porque las pesadillas causan estragos en sus patrones de sueño.
En particular, las pesadillas pueden ser un indicador de problemas de salud mental, como la ansiedad, el trastorno por estrés postraumático y la depresión.
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Un fenómeno llamado trastorno del comportamiento del sueño REM, en el que una persona manifiesta sus sueños agresivos gritando, moviéndose o saltando de la cama, también puede predecir enfermedades neurológicas como el Parkinson, según una investigación.
Pero algunas teorías dicen que las pesadillas pueden ser una forma para que nuestros cerebros lidien con recuerdos desagradables y puedan procesarlos.
“No sabemos mucho sobre sueños o pesadillas más allá de lo que Freud y otros maestros del psicoanálisis y la psicodinámica nos dijeron”, explicó el profesor Jason Ellis, director del Centro para la Investigación del Sueño de la Universidad de Northumbria. Freud es famoso por su “interpretación de los sueños”, en la que sugiere que los sueños son una representación de nuestros deseos, algunos de los cuales se desarrollan de forma extraña.
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Una teoría, dijo Ellis, es que los sueños son ejercicios de resolución de problemas. “Bajo ese marco, generalmente veríamos las pesadillas como parte de un proceso de tratar con material emocional”, dijo Ellis. Durante una pesadilla, las emociones y los problemas que encontramos durante el día se convierten en personajes y escenarios que nos ayudan a comprenderlos y a gestionarlos mejor, en aras de la salud psicológica.
Generalmente, “las pesadillas ocurren si alguien tiene problemas con el sueño”, dijo Ellis, por motivos tales como dolor o insomnio.
Lo que las pesadillas dicen sobre nuestra salud
El humano promedio tiene al menos una pesadilla por semana, dijo Bill Fish, entrenador del sueño y cofundador de Tuck, un sitio web con remedios para el sueño, pero que las recuerden es otra historia. “Si alguien tiene pesadillas frecuentes, eso no es normal y es algo que debería tratarse”.
Las pesadillas son un síntoma central del trastorno por estrés postraumático, probablemente porque la dificultad de los eventos traumáticos radica en la incapacidad de las personas para procesarlos, dijo Neil Greenberg, profesor de defensa de la salud mental en King’s College de Londres. “Entonces, lo que sucede es que inconscientemente, su mente trata de jugar con ellos, trata de darles sentido”, explicó Greenberg.
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Esto da como resultado que “la parte inconsciente del cerebro puede pasar al frente cuando alguien está dormido”, incluyendo el material del evento traumático que puede aparecer como una pesadilla.
No todas las pesadillas son indicativas de un problema de salud mental, advierte Greenberg. La gente tiene que mirar no solo a sus pesadillas sino también a otros síntomas, “que constituyen la receta de un problema de salud mental en particular”.
Estudios han encontrado otros problemas de salud mental relacionados con las pesadillas frecuentes, como el trastorno bipolar y la esquizofrenia.
Las consecuencias de los cambios
De acuerdo con Fish, el estilo de vida también juega un papel en lo que sueñas.
Si comienzas a tener pesadillas frecuentes, “lo primero que un médico te preguntará es: ¿ha cambiado tu estilo de vida?”, dijo Fish. Cosas como nuevos medicamentos, cambios en la dieta, estrés o traumas pueden provocar un aumento en los sueños desagradables.
Cualquier cambio en tu cuerpo, como la eliminación de ciertos alimentos, también afectará los patrones de sueño, agregó.
Las pesadillas también son comunes en personas con dolor crónico, posiblemente porque tienden a despertar más y, por lo tanto, reportan más pesadillas, dijo Ellis.
Problemas respiratorios, como la apnea del sueño o el asma, también están relacionados con las pesadillas.
“Esencialmente, son cambios a los que tu cuerpo no está acostumbrado – y tampoco tu cerebro – y mientras duermes, tu cerebro los deja salir en forma de sueños y, muchas veces, como pesadillas”, dijo Fish.