Una diseñadora estadounidense creó el juego con una intención anticapitalista, pero terminó en manos de un vendedor desempleado que lo vendió como propio.
El juego de mesa “Monopoly” es sinónimo de competencia feroz, quiebras y acumulación de propiedades. Pero lo que pocos saben es que su creadora, Elizabeth Magie, diseñó un juego con una intención completamente opuesta: demostrar los peligros de los monopolios y promover la redistribución equitativa de la riqueza. Sin embargo, su idea fue plagiada y transformada en el éxito comercial que conocemos hoy.
En 1904, Magie patentó “The Landlord’s Game” (“El Juego del Terrateniente”), que incluía dos conjuntos de reglas. Uno mostraba cómo los monopolios llevaban a la quiebra a los jugadores, mientras que el otro fomentaba la equidad a través de impuestos sobre la propiedad, inspirados en la teoría económica de Henry George.
La versión que buscaba equilibrar la riqueza nunca se popularizó. En cambio, la que premiaba la acumulación de propiedades y el dominio sobre los demás jugadores sí lo hizo y se transformó en “Monopoly”.
Durante la Gran Depresión, un vendedor desempleado llamado Charles Darrow jugó “The Landlord’s Game” con un grupo de cuáqueros y decidió copiarlo. A pesar de que el juego tenía una patente registrada, Darrow lo presentó como su propia creación y vendió los derechos a la empresa Parker Brothers, que lo convirtió en un fenómeno mundial.
Para 2010, la empresa había vendido más de 275 millones de copias. Mientras Darrow se hizo millonario, Elizabeth Magie quedó en el olvido, recibiendo solo unos pocos cientos de dólares por su invención.
La verdadera historia del juego se conoció gracias a la periodista Mary Pilon, autora del libro Los monopolistas. Durante su investigación en 2009 para el Wall Street Journal, Pilon notó inconsistencias en la historia oficial de “Monopoly” y encontró que un economista llamado Ralph Anspach había descubierto la verdad en la década de 1970, cuando enfrentó a Parker Brothers en una disputa legal por su propio juego, “Anti-Monopoly”.
En ese momento, Anspach se topó con Magie y su patente, pero su historia quedó oculta hasta que Pilon la llevó al público. “Llevo 40 años esperando a que alguien me lo pregunte”, le dijo Anspach a la periodista.
Cuando Magie descubrió que su idea había sido robada, intentó reclamar el reconocimiento de su trabajo, pero Parker Brothers le ofreció publicar dos de sus juegos como compensación. No hay pruebas de que esto haya sucedido realmente, y la empresa nunca ha reconocido a Magie como la verdadera creadora de “Monopoly”.
Elizabeth Magie murió en 1948 sin recibir el crédito que merecía por su invención.