En un escenario similar a una escena de la vida real de Mi pobre angelito, un niño de seis años tenía programado volar a Fort Myers, Florida, en un vuelo de Spirit Airlines. Sin embargo, cuando su abuela llegó al aeropuerto para recibirlo, la preocupación se apoderó de ella al ver que el niño nunca descendió del avión, a pesar de que su equipaje sí había llegado.
El niño terminó a bordo de un vuelo de Spirit Airlines que lo llevó a Orlando, ubicado a 300 kilómetros del destino original. A pesar del incidente, la aerolínea aseguró que el menor estuvo bajo su cuidado y supervisión.