La antropomorfización de objetos comunes, como un carrito de supermercado o una prenda de vestir, es una muestra de la capacidad humana para crear conexiones emocionales, incluso con cosas que no pueden sentir.
(CNN) – Lilianna Wilde, una creadora de contenido en TikTok, confesó en un video que sentía emociones por objetos inanimados, como su carrito de supermercado con la rueda chirriante o sus shorts de mezclilla favoritos.
Lo que parecía un comportamiento inusual resultó ser algo con lo que muchas personas se identifican. Peluches, plantas e incluso la voz del GPS en los teléfonos son algunos de los objetos que despiertan este tipo de empatía.
Este fenómeno, conocido como antropomorfización, es cuando las personas atribuyen características humanas a cosas no humanas, explicó la psiquiatra Melissa Shepard.
Aunque no es algo preocupante si no interfiere con la vida diaria, refleja el deseo natural de los seres humanos por conectarse, incluso a través de objetos que les recuerdan momentos importantes o emociones pasadas.
Wilde sugiere que este comportamiento podría tener raíces en las películas de su infancia, como “Toy Story” o “La bella y la bestia”, donde los objetos toman vida. Otros especialistas señalan que esta proyección de sentimientos hacia objetos puede estar vinculada a la falta de conexión con otras personas, o simplemente ser una señal de una imaginación activa y una capacidad de empatía más desarrollada.
Aunque en algunos casos extremos, como en el síndrome de compañero delirante, las personas llegan a creer que los objetos realmente tienen sentimientos, la mayoría de las veces se trata de un comportamiento inofensivo y hasta bello. Según Shepard, “es una forma de conectar con el mundo de maneras inesperadas y significativas”.
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