Los expertos recomiendan beber más agua, pero si no es del gusto, agregar un poco de sabor. "Eventualmente puedes reemplazar los refrescos con agua con gas si estás ansiando las bebidas carbonatadas”, recomendó la nutricionista Lisa Drayer a CNN.
Prepárense, amantes de los refrescos dietéticos y las bebidas azucaradas. Son más malas noticias y otra razón más para que consideren abandonar sus refrescos favoritos.
Un nuevo estudio siguió a más de 450.000 personas de 10 países europeos por hasta 19 años y descubrió que aquellos que bebían dos o más vasos de cualquier tipo de refresco al día tenían un mayor riesgo de morir por cualquier causa de muerte que las personas que bebían menos de un vaso o ninguna cantidad cada mes. Ninguna de las personas involucradas en el estudio tenía cáncer, diabetes, enfermedades cardíacas o tuvieron accidentes cerebrovasculares antes de su participación.
El estudio, publicado este martes en la revista JAMA Internal Medicine, encontró que los hombres y las mujeres que bebían al día dos o más vasos de refrescos endulzados con azúcar tenían un mayor riesgo de morir por trastornos digestivos, mientras que los que bebían la misma cantidad de bebidas dietéticas tenían mayores riesgos de morir por enfermedad cardiovascular.
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El vínculo con la enfermedad digestiva en el estudio es interesante, dijo el doctor Sharon Horesh Bergquist, profesor asistente de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad Emory en Atlanta.
“La evidencia experimental sugiere que un alto nivel de azúcar en la sangre y un alto consumo de azúcar pueden dañar la barrera intestinal, lo que lleva a un ‘intestino permeable’ y al acceso al sistema inmune intestinal que causa inflamación intestinal, altera el microbiota intestinal y aumenta la susceptibilidad a las infecciones intestinales”, dijo. “Estas vías pueden aumentar la susceptibilidad a las enfermedades digestivas”.
El consumo total de refrescos en el estudio también se asoció con un mayor riesgo de enfermedad de Parkinson, pero no con alzhéimer o cáncer.
Las bebidas gaseosas se definieron como “bebidas gaseosas bajas en calorías o gaseosas dietéticas”, “bebidas gaseosas”, como cola y limonada, y “jugos o licores de fruta”, que son jarabes concentrados sin alcohol típicamente mezclados con azúcar y agua. En este estudio, un vaso de refresco contenía 8 onzas líquidas, o 250 mililitros; la típica lata de refresco en todo el mundo contiene 12 onzas líquidas o 355 mililitros.
¿El final de una historia de amor?
Este gran estudio a largo plazo es otro más en una creciente lista de investigaciones que está haciendo sonar la alarma de nuestra historia de amor con los refrescos carbonatados.
En febrero, la Asociación Estadounidense del Corazón publicó un estudio que encontró que beber dos o más bebidas endulzadas artificialmente al día está relacionado con un mayor riesgo de derrames cerebrales, ataques cardíacos y muerte prematura en mujeres mayores de 50 años. Los riesgos fueron más altos para las mujeres sin antecedentes de enfermedades cardíaca o diabetes y las mujeres obesas o afroamericanas.
Investigaciones anteriores han demostrado un vínculo entre las bebidas dietéticas y los accidentes cerebrovasculares, la demencia, la diabetes tipo 2, la obesidad y el síndrome metabólico, que pueden conducir a enfermedades cardíacas y diabetes.
En marzo, un estudio publicado en la revista Circulation utilizó datos de 80.500 mujeres inscritas en el Estudio de Salud de Enfermeras y casi 40.000 hombres del estudio de Profesionales de la Salud. Descubrió que las mujeres que bebían más de dos porciones al día de bebidas azucaradas, definidas como un vaso, botella o lata estándar, tenían un riesgo 63% mayor de muerte prematura en comparación con las mujeres que las bebían menos de una vez al mes. Los hombres que hicieron lo mismo tuvieron un aumento del 29% en el riesgo.
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Aquellos que consumieron más de una bebida azucarada por mes, pero menos de dos por día parecieron experimentar un efecto de dosis: cuanto más bebían, mayor era el riesgo.
Sustituir una bebida azucarada por día con una endulzada artificialmente redujo el riesgo de muerte prematura, pero beber cuatro o más bebidas endulzadas artificialmente aumentó el riesgo de muerte prematura por enfermedad cardiovascular en las mujeres. No se observó el mismo efecto para los hombres, y no se observó el riesgo de morir de cáncer.
Si bien los estudios anteriores no vieron una asociación entre los refrescos y el cáncer, sí lo hizo otro estudio publicado en el BMJ en julio. La investigación siguió a más de 100.000 adultos franceses y descubrió que beber solo un pequeño vaso de una bebida azucarada por día (100 ml, aproximadamente un tercio de una lata típica de refresco) aumentó un 18% el riesgo general de cáncer y un 22% el riesgo de cáncer de mama.
Solo una asociación
Este estudio, así como otras investigaciones sobre la conexión entre la dieta y las bebidas azucaradas y los riesgos para la salud, es observacional y no puede mostrar causa y efecto. Según los investigadores, esa es una limitación importante, ya que es imposible determinar si la asociación se debe a un edulcorante artificial específico, un tipo de bebida, obesidad u otro problema de salud oculto.
“La causa detrás de estas asociaciones no está clara”, dijo Bergquist. “Otras posibles causas biológicas podrían atribuirse a la evidencia experimental que vincula el consumo de edulcorantes artificiales con los antojos de azúcar, la estimulación del apetito y la intolerancia a la glucosa”.
Robert Rankin, presidente del Consejo de Control de Calorías, un grupo comercial de alimentos y bebidas bajos en calorías y dietéticos, dijo en un comunicado que “los edulcorantes bajos en calorías y sin calorías tienen un largo historial de seguridad y son herramientas importantes para controlar el peso y los que controlan la diabetes. Este estudio muestra una imagen inexacta del papel importante de estos productos para los consumidores”.
Sobrevivir a un corazón roto
Haya asociación o no, si has decidido terminar la aventura con tu refresco del día (y evitar futuras infidelidades), bien por ti, literalmente. Aquí hay algunos consejos sobre cómo hacerlo con el menor de los dolores de cabeza.
Cambia tus hábitos
Tener síndrome de abstinencia es difícil y puede incluso que fracases. En cambio, la dietista registrada y colaboradora de CNN, Lisa Drayer, sugiere un enfoque gradual.
“Reduce una porción por día hasta que quede reducida a una bebida por día”, dic Drayer. “Luego apunta a una bebida cada dos días hasta que puedas eliminar por completo los refrescos”.
“Alternarlas con agua con gas puede ayudarte a reducir el consumo”, agregó.” Eventualmente puedes reemplazar los refrescos con agua con gas si estás ansiando las bebidas carbonatadas”.
Encuentra una bebida efervescente distinta
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Hablando de carbonatación, para muchas personas la solución es la efervescencia. Encuentra un agua con gas carbonatada o mezcla una alternativa de fruta saludable con agua con gas. No puedes equivocarte con el jugo de arándanos o de granadina, dijo el dietista y nutricionista registrado Rahaf Al Bochi, portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética.
“La recomendación para el jugo de fruta es generalmente de 4 onzas por día”, dijo Al Bochi.
Una advertencia: trata de beber tu bebida espumosa con la comida, no sola, aconsejan los expertos.
Cualquier tipo de agua carbonatada puede erosionar el esmalte de los dientes. Esto se debe a que el dióxido de carbono que convierte el agua en burbujas se convierte en ácido carbónico en la boca, lo que puede ser perjudicial para la salud de los dientes.
Aléjate de los dulces
Bergquist sugiere satisfacer sus antojos de azúcar mediante la sustitución de alimentos naturalmente dulces como frutas y dátiles, que contienen “vitaminas, minerales y químicos bioactivos que promueven la salud llamados fitonutrientes”.
“Tienen azúcar con fibra, lo que conduce a un aumento lento y constante, en lugar de agudo, del azúcar en la sangre”, dijo Bergquist.
Ella también sugiere comprometerse a un desafío sin azúcar durante al menos dos semanas.
“Nuestras papilas gustativas cambian cada dos semanas”, dijo. “Eso significa que si puedes superar los intensos antojos de azúcar durante las primeras dos semanas, tus papilas gustativas se adaptarán para encontrar alimentos naturales con azúcar más satisfactorios”.
Ponle trabas a la costumbre
Somos criaturas de rutina. Al igual que cuando una persona puede desear fumar (por ejemplo, después de comer), descubre cuál es tu desencadenante habitual e intenta reemplazarlo. ¿Estás aburrido en tu escritorio? Llama a un amigo antes de tomar un refresco dulce.
Contrarresta la cafeína
Si no has estado bebiendo refrescos libres de cafeína, entonces una buena parte de tu adición a ese refresco es a la cafeína que estás recibiendo. Intenta sustituirlo por té verde o negro, dice Al Bochi.
“Obtendrás el impulso de cafeína que estás buscando sin el azúcar agregado y también recibirás una buena dosis de antioxidantes”, agregó.
“Los tés de hierbas como el hibisco, la fruta de la pasión, de bayas, y menta son sabrosos y agradables sin aportar azúcar ni calorías”, dice Drayer.
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Bebe agua
Lleva una botella de agua contigo o ten una jarra de agua helada cerca de tu escritorio. Si es fácilmente accesible, es mejor que tomes agua que una bebida azucarada.
Si no eres fanático del agua corriente, Drayer sugirió agregar un poco de sabor.
“Intenta infundir fruta en el agua: puedes comprar una jarra, llenarla de agua, luego agregar rodajas de naranjas, limones, fresas, sandía o cualquier fruta que desees para que el agua se infunda con el sabor de la fruta y proporcione dulzura a tu paladar”, dijo ella.
Aprovecha el esfuerzo
Finalmente, permítete un resbalón de vez en cuando.
“Recuerda que beber una bebida azucarada de vez en cuando no causará directamente efectos adversos para la salud”, dijo Al Bochi. “Darte permiso para disfrutar de todas las bebidas y ser consciente de cómo encaja en tu patrón general de alimentación saludable es la clave para una relación saludable con la comida”.