Según expertos, los "swifties" provocaron una actividad sísmica equivalente a un temblor de magnitud 2,3.
(CNN) – Los fans de Taylor Swift están en su era de récords. Después de dos noches de bailes que hicieron temblar la tierra en el concierto de la gira Eras de Swift en Seattle en Lumen Field, los entusiastas Swifties provocaron una actividad sísmica equivalente a un terremoto de magnitud 2,3, según la sismóloga Jackie Caplan-Auerbach.
El “Swift Quake” -“Terremoto swiftie”- se ha comparado con el “Beast Quake” de 2011, cuando los fanáticos de los Seattle Seahawks estallaron después de un impresionante touchdown del corredor Marshawn “Beast Mode” Lynch. La celebración subsiguiente fue detectada en el mismo sismómetro local que el concierto de Swift, dijo Caplan-Auerbach a CNN.
Caplan-Auerbach, que trabaja como profesora de geología en la Universidad de Western Washington, vio la comparación en un grupo de terremotos del Noroeste del Pacífico que modera en Facebook e inmediatamente se puso a trabajar.
“Tomé los datos de las dos noches del concierto y rápidamente noté que eran claramente el mismo patrón de señales”, dijo, y agregó: “Si los superpongo, son casi idénticos”.
La principal diferencia entre los shows del 22 y el 23 de julio, además de las canciones sorpresa que se sabe que interpreta Swift, es de aproximadamente 26 minutos. “Pregunté y descubrí que el programa del domingo se retrasó aproximadamente media hora, así que eso suma”, dijo Caplan-Auerbach.
Si bien la diferencia de magnitud entre “Beast Quake” y “Swift Quake” es de solo 0,3, Caplan-Auerbach dijo que los Swifties superan a los fanáticos de los Seahawks. “El temblor fue el doble de fuerte que el de ‘Beast Quake’. Absolutamente lo duplicó”.
Los sismogramas comparan la actividad sísmica del “Beast Quake” de 2011 con la actividad registrada durante uno de los conciertos de julio de Taylor Swift en Seattle. (Jackie Caplan-Auerbach)
“La principal diferencia es la duración del temblor”, explicó Caplan-Auerbach. “Animar después de un touchdown dura un par de segundos, pero eventualmente se apaga. Es mucho más aleatorio que un concierto. Para Taylor Swift, recopilé alrededor de 10 horas de datos donde el ritmo controlaba el comportamiento. La música, los altavoces, el ritmo. Toda esa energía puede hundirse en el suelo y sacudirlo”.
Si bien Caplan-Auerbach está emocionada por la oportunidad de convertirse en Swiftie, lo que más la impulsa es la oportunidad de desmitificar la ciencia.
“Lo que me encanta es poder compartir que esto es ciencia”, dijo, y agregó que “no tiene que suceder en un laboratorio con bata blanca. Las observaciones y experiencias cotidianas son ciencia”.
Sismogramas superpuestos de los conciertos de la gira ‘Eras’ del 22 y 23 de julio de Taylor Swift. (Jackie Caplan-Auerbach)
Chloe Melas de CNN, quien asistió a uno de los conciertos de Swift en Seattle, compartió sus observaciones y experiencias como asistente al concierto. “Ir al concierto de Taylor en Seattle fue diferente a todo lo que había experimentado”, dijo. “Literalmente podías sentir el suelo temblando bajo tus pies. Todavía me zumban los oídos”.
Incluso la propia Swift sintió la energía de sus Swifties de la costa oeste y agradeció a su audiencia de Seattle en una publicación de Instagram el lunes por “todos los vítores, gritos, saltos, bailes y cantos a todo pulmón“.
“Ese fue realmente uno de mis fines de semana favoritos”, agregó.