¿Te encerrarías en una celda para entender mejor a tu hijo/a? En Corea del Sur lo hacen y esta es su experiencia

Por Carlos Reyes Piérola

06.07.2024 / 15:28

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En Corea del Sur existe un lugar llamado Fábrica de Felicidad, donde las personas pueden ir a aislarse del mundo y reflexionar sobre diversos aspectos de su vida. 


¿Se imagina vivir en una celda, con un uniforme tipo carcelario, pero sin haber cometido un crimen, por voluntad propia? Bueno, en Corea del Sur una gran cantidad de padres lo hacen. ¿El motivo? Entender mejor a sus hijos.

Esta es la historia.

En Corea del Sur existe un lugar llamado Fábrica de Felicidad, donde las personas pueden ir a aislarse del mundo y reflexionar sobre diversos aspectos de su vida.

Se encierran en una pequeña habitación de 5 metros cuadrados, donde sus paredes están pintadas de blanco y sólo hay una ventana donde entra la luz, según consignó BBC.

Su única conexión con el mundo exterior es una pequeña rendija donde les ingresan alimentos. Algunos puedes vestir uniformes azules, como los de las cárceles, pero no es obligatorio.

Ellos creen que mediante esta experiencia podrán entender mejor a sus hijos.


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El término hikikomori

El término hikikomori fue acuñado en Japón en la década de 1990 para describir y entender el retraimiento social de jóvenes y adultos.

Los Hikikomori, como se les conoce a las personas que se encierran, participan 13 semanas en un plan de educación para entenderse mejor con sus hijos. Dentro de él, se incluye tres días de aislamiento.

La esperanza es que los aproblemados padres puedan comprender más profundamente a sus hijos y lo que sienten.

Jóvenes encerrados y aislados

BBC Mundo conoció algunas de las impactantes historias de aislamiento de jóvenes de Corea del Sur.

Uno de ellos es el caso de la señora Jin Young-hae (nombre ficticio), cuyo hijo de 24 años lleva 3 años encerrado en su habitación. Ella fue una de las personas que participó de la Fábrica de la Felicidad para entender mejor dicha conducta.

“Me preguntaba qué hice mal para que mi hijo terminara así, y es doloroso pensar en ello”, señaló al citado medio la madre. “Pero ahora al reflexionar obtuve algo de claridad”, agregó.

Su hijo desde pequeño sufrió mucho con diversas enfermedades, le costaba mantener amistades y desarrolló un trastorno alimenticio. Señales que no fueron captadas por sus padres.

Un día, cuando asistía a la universidad, el joven dijo basta y se retiró de todo por completo, recluyéndose en su habitación.

“Leer esas notas me hizo darme cuenta: ‘Ah, se está protegiendo con el silencio porque nadie lo entiende'”, cerró.