Un viaje al dentista para un trabajo en sus cavidades hizo que este hombre perdiera la razón. Algo adormecido por la fuerte anestesia, se aferró a una cinta adhesiva y comenzó a llorar.
Todo porque, según decía, su cabeza se iba a caer de su cuerpo. Su pareja grabó su alucinación y se preocupó de darle consuelo. “Vas a estar bien, tu cabeza está puesta”, le decía. Según ella aclara, todo era efecto del sedante.
Ya se han viralizado en años anteriores casos en los que las “drogas” de los dentistas han dejado con severas divagaciones a sus pacientes, personas sin ningún tipo de problema mental:
El video superó fácilmente el medio millón de reproducciones, y aumenta en miles cada hora.
El Gobierno chileno hará entrega de los antecedentes recabados a la fecha respecto al secuestro y homicidio del exmilitar venezolano, de manera que sea sumada a las indagatorias que lleva el persecutor de la Corte.